
Protejamos a nuestros hijos de los tóxicos
Me dice mi amiga Sonia que el futuro está en la microbiota. Ella es enfermera y sabe de niños, porque es especialista en pediatría, y siempre ha tenido inquietud por los avances de las ciencias biomédicas.
Me sorprende que me hable de esto, porque yo estoy centrada en la sostenibilidad y en el uso de materiales ecológicos de alta calidad en su aplicación a la moda infantil en mi proyecto Twin & Chic.

Ella dice que tiene mucho que ver. Y es que parece que en nuestro cuerpo tenemos contenido entre 2 y 3 kilos de microorganismos (un trillón me dice) de muchas especies. Y que estos microorganismos tienen mucho que ver con nuestra salud.
Una de mis grandes motivaciones para llevar adelante Twin & Chic ha sido el cuidado y la salud de los más pequeños. Los tejidos que utilizo cumplen con los estándares más elevados de sostenibilidad y por ello no se emplean componentes químicos ni se realizan procesos que generen ni contaminación ambiental ni resultantes que sean dañinos para la salud y la piel más delicada de todas: la de nuestros hijos más pequeños.
Dice Sonia que investigadores de prestigio han descubierto relaciones entre ciertas enfermedades que me preocupan y la microbiota. Dentro de estas enfermedades una es ¡la dermatitis atópica! Y es a partir de aquí donde le escucho con gran atención. Me dice que, hablando de microbiota, su composición depende, entre otras cosas, de si el parto es vaginal o por cesárea. Y de si la lactancia es materna o no lo es.

En este punto le pido que me lo explique. Humildemente me propone la lectura de varios artículos científicos, pero le pido que lo resuma. Me dice que en el canal de parto natural pone a disposición del bebé una flora de bacterias que va a enriquecer la composición de la que disponía antes de que se iniciase el parto (antes se pensaba que el bebé nacía estéril, sin ninguna “contaminación bacteriana” pero ahora expertos hablan de que la madre transmite al niño bacterias favorables para él durante el embarazo). Y me dice también que la lactancia materna es un proceso de transmisión de bacterias altamente útiles (infinitamente mejor que el Actimel) para construir el sistema inmune del bebé y para reforzarle frente a enfermedades alérgicas, metabólicas y autoinmunes.

Por tanto, entre el canal de parto y la lactancia materna parece que las madres tenemos la oportunidad de proteger a nuestros hijos de enfermedades como la alergia, la diabetes, la dermatitis atópica, el asma, la obesidad, etc.
Ella, mamá de tres, subraya nuestro inconsciente papel protector como madres en el maravilloso proceso biológico de la gestación y parto, antes de poder abrazarles por primera vez, y posteriormente, durante su infancia.
Y le agradezco a Sonia su comentario porque, después, además de como madre como emprendedora, voy a seguir contribuyendo a la buena salud (y belleza) de nuestros peques, los vuestros y los míos, con los tejidos y los modelos que desarrollamos en mi firma Twin&Chic.